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¿Quiénes están mirándonos? A esta foto la llamo "Pater Familias" |
La versión original de esta foto ya casi no se ve. El papel es frágil y no hay fecha en la parte de atrás, ni nombre alguno que nos indique de dónde vienen y quiénes son estas personas que presumo ya han todas "pasado a mejor vida." Pero miren bien esta foto, el lujo de una mesa del comienzo del siglo pasado. Ese siglo es mi siglo, y sin embargo esa no es mi mesa. El jarrón de vino de vidrio y la jarra de agua, ¿de plata? Los vasos y las servilletas de tela. Un candelabro que pende del techo y se asoma a la foto, el lujo de la luz eléctrica. Seis personas en la foto, pero ¿serán siete las sentadas a la mesa? Es un número impar, raro porque quien quiere ser 'solo' en una época en la que serlo es de 'pobrecito/a' . Tal vez hay alguien fuera del marco ó a la izquierda lo que tenemos no es otra mujer sino un niño/a, el hijo de alguien que ha salido por primera vez con los padres, ó tal vez a nadie importaba que el número fuera impar. Los comensales al costado, todos parecen atrapados en la mitad de una acción, cómo si esta foto no fuera sobre ellos, no fuera para ellos. El hombre de traje comiendo, la mujer a su lado mira a la cámara y sonríe, pero no para figurar, sino porque esperó el click para llevarse el vaso de vino a la boca y seguir con lo suyo. En el otro costado la mujer/niño/a mira un punto indefinido, escuchando, pensando, tal vez a punto de hablar; a su lado está una persona casi escondida, su cara se desdibuja a pesar de estar tan cerca de la cámara, y al lado de él una figura triste y distante -- un dolor de cabeza, sueño, cansancio ó derrota frente a un mundo que no la deja soñar. Pero en el centro de todo, en el centro hay una luz que no ilumina sino que parece borrar, ahí en el centro está este hombre, este hombre que sin lugar a duda es el que todo lo dictamina. En esta mesa lujosa, él tiene la servilleta todavía alrededor del cuello, y esta falta de elegancia y decoro no se disculpa porque el poder es todo suyo. Un bigote inmigrante, un saber que todo es acerca de él, una seguridad de que todo lo que está dentro del marco, y fuera de él, es suyo. Mirá bien, con cuidado y vas a ver claramente al paterfamilias. Ese hombre que llegó de afuera y que ahora tiene todo lo que quiere y un poco más, y sigue sin saber por qué eso no le basta.
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