Tuesday, September 1, 2015

Posando para la foto

En el centro de la foto el hombre de pantalones blancos con la postura del que se sabe centro del mundo. Esta es la época de las vacas gordas en una Argentina que probablemente cree que la riqueza nunca va a terminar. Las botas de caño alto aseguran que el pantalón blanco no se va a ensuciar, pero que decida ponerse un pantalón blanco habla de una seguridad. ¿De qué estará seguro? Alrededor vemos a la mujer de negro, que se inclina y le habla y cede el centro de la foto. Al costado un hombre que es más alto que nuestro 'terrateniente' pero que ciertamente no tiene su seguridad. La ropa nos dice que no pertenece a la misma clase, que ciertamente no tiene la misma seguridad, las manos atrás, las rodillas ligeramente dobladas como si quisiera esconder su altura, tratando inseguramente de robar el cento que no cree merecer. En el otro costado vemos a la otra mujer, parece aferrarse a la mujer de negro, pero mira la foto, y casi fuera del cuadro tenemos a otro hombre seguro de su lugar en el mundo, aunque este lugar no es el centro de la foto. El fotógrafo, es claro por la falta de simetría en la foto, no sabe lo que está haciendo. Corta al hombre del hombre del costado que o está tratando de no perder su sombrero o nos saluda, y corta el gorro del hombre alto. La foto no está centrada en el hombre de pantalones blancos que quiere ser el centro, y el fondo se nos pierde con la razón de esta foto. Quizás es esto lo que hace esta foto tan fantástica, que todos parecen estar preparándose para la foto, pero la foto se sacó en ese minuto antes, ese minuto que siempre nos perdemos, ese minuto en el que todavía no estábamos posando para la foto. Se me da que ese minuto guarda un secreto que se me escapa.

Monday, August 31, 2015

Dos momentos


Estoy segura de que esta segunda es la foto para la que se posó, pero son estos dos momentos los que me fascinan. Hay tanto en ambas fotos. Aquí estamos, en lo que estoy segura era un famoso conventillo para inmigrantes, quien más sacaría una foto en el patio de atrás con la ropa colgando en el fondo. Pero tampoco estoy tan segura, porque la cara que se asoma y que es capturada tímidamente por la cámara es la que está colgando la ropa. ¿Es la mucama? Es esta una familia de clase media, ¿había conventillos de los más acomodados? La foto está llena de chiquitos que la cámara captura por equivocación. Es claro que es la pareja del medio la que busca ser el retrato. Tal vez es el padre con su hijo o hija la que se está preparando para ser retratado. A penas vemos a la madre, porque la combinación de su traje negro y una mal comprensión de cómo funciona la luz en una fotografía ha borrado su cara. Estamos otra vez a principios del siglo XX, pero esta familia que ha venido a la Argentina escapando de lo que sea que le asustaba de Europa ha perdido toda la rigidez de esa sociedad, ó tal vez nunca la tuvo y por eso están aquí en este 'nuevo mundo'. El padre orgullosos no sabe ser el centro focal del universo, aunque lo intenta, pero se le escapan las miradas de todos los que se pasean frente a la cámara. El niño de blanco a un costado, la mujer que se asoma esperando que ya la dejen hacer su trabajo, la niña que está pensando. ¿En qué estará pensando? El padre sostiene orgulloso a un bebé que mira un mundo que no va a recordar, o que si lo recuerda será en los cuentos ajenos. Y mirando más y más me doy cuenta que al lado de lo que posiblemente sea la madre otro hombre que hasta ahora se me había perdido en el fondo negro de la foto, ¿de dónde salió? ¿cómo entró en el foco de la foto? Todos están vestidos para el algun evento, ¿quizás un bautismo? Son dos momentos misteriosos, dos momentos de una familia que no reconozco y que todos han olvidado, salvo la foto. Quisiera que la foto me pudiera decir más, esta es mi familia, estos son miembros de una historia que se va borrando. La foto captura los dos momentos con un detalle que no deja lugar alguno para el significado. La miro y la miro, pero no sé dónde en la historia estos dos momentos están colgados.

Thursday, August 27, 2015

El paterfamilias

¿Quiénes están mirándonos? A esta foto la llamo "Pater Familias"
La versión original de esta foto ya casi no se ve. El papel es frágil y no hay fecha en la parte de atrás, ni nombre alguno que nos indique de dónde vienen y quiénes son estas personas que presumo ya han todas "pasado a mejor vida." Pero miren bien esta foto, el lujo de una mesa del comienzo del siglo pasado. Ese siglo es mi siglo, y sin embargo esa no es mi mesa. El jarrón de vino de vidrio y la jarra de agua, ¿de plata? Los vasos y las servilletas de tela. Un candelabro que pende del techo y se asoma a la foto, el lujo de la luz eléctrica. Seis personas en la foto, pero ¿serán siete las sentadas a la mesa? Es un número impar, raro porque quien quiere ser 'solo' en una época en la que serlo es de 'pobrecito/a' .  Tal vez hay alguien fuera del marco ó a la izquierda lo que tenemos no es otra mujer sino un niño/a, el hijo de alguien que ha salido por primera vez con los padres, ó tal vez a nadie importaba que el número fuera impar. Los comensales al costado, todos parecen atrapados en la mitad de una acción, cómo si esta foto no fuera sobre ellos, no fuera para ellos. El hombre de traje comiendo, la mujer a su lado mira a la cámara y sonríe, pero no para figurar, sino porque esperó el click para llevarse el vaso de vino a la boca y seguir con lo suyo. En el otro costado la mujer/niño/a mira un punto indefinido, escuchando, pensando, tal vez a punto de hablar; a su lado está una persona casi escondida, su cara se desdibuja a pesar de estar tan cerca de la cámara, y al lado de él una figura triste y distante -- un dolor de cabeza, sueño, cansancio ó derrota frente a un mundo que no la deja soñar. Pero en el centro de todo, en el centro hay una luz que no ilumina sino que parece borrar, ahí en el centro está este hombre, este hombre que sin lugar a duda es el que todo lo dictamina. En esta mesa lujosa, él tiene la servilleta todavía alrededor del cuello, y esta falta de elegancia y decoro no se disculpa porque el poder es todo suyo. Un bigote inmigrante, un saber que todo es acerca de él, una seguridad de que todo lo que está dentro del marco, y fuera de él, es suyo. Mirá bien, con cuidado y vas a ver claramente al paterfamilias. Ese hombre que llegó de afuera y que ahora tiene todo lo que quiere y un poco más, y sigue sin saber por qué eso no le basta.

Wednesday, August 26, 2015

... algunas fotos son mas viejas que otras!

Todas las fotos son viejas, ¿no?
En cierto sentido, todas las fotos son viejas, son acerca del pasado. De algo que ya no se va a volver a dar, pero algunas fotos son más viejas que otras y esta foto es de Mayo de 1901. Apenas cinco meses más tarde del fin de la centuria y el comienzo del cambio del milenio. Entre aquel momento y este la distancia es milenaria. He visto miles de fotos antiguas, y en muchas de ellas las poses son duras. Esta foto captura un entremedio, un momento entre ese posar duro para la foto, ese posar para que vean que somos ya sea ciudadanos probos, gente de bien, o ese YO que quiere perdurar para siempre projectándose en su mejor postura hacia el futuro. En esta foto, hay algo distinto. Un momento íntimo pero público. Bajo el sombrero de época una sonrisa leve, y en en banco de plaza, un cuerpo que no se sienta derecho o erguido. Esta en el borde de algo, una conversación, una caminata en el parque, una abrazo especial, quizás un beso. Es una foto entre el que la saca y la que es sacada. Es el robo de un momento espontáneo en una época donde no había tal cosa. Y es por eso más espontánea que las fotos que ahora sacamos sin posar, la foto que ahora se miente espontánea. Me gusta esta foto con el enorme sombrero de plumas, esta mujer que puede haber sido una bisabuela, a algún otro familiar lejano. Esta mujer que en un día le sonrió a la cámara para recordar un momentáneo descanso en un paseo agradable, a un costado un paragua innecesario y los guantes blancos en la mano.