Tuesday, September 1, 2015
Posando para la foto
En el centro de la foto el hombre de pantalones blancos con la postura del que se sabe centro del mundo. Esta es la época de las vacas gordas en una Argentina que probablemente cree que la riqueza nunca va a terminar. Las botas de caño alto aseguran que el pantalón blanco no se va a ensuciar, pero que decida ponerse un pantalón blanco habla de una seguridad. ¿De qué estará seguro? Alrededor vemos a la mujer de negro, que se inclina y le habla y cede el centro de la foto. Al costado un hombre que es más alto que nuestro 'terrateniente' pero que ciertamente no tiene su seguridad. La ropa nos dice que no pertenece a la misma clase, que ciertamente no tiene la misma seguridad, las manos atrás, las rodillas ligeramente dobladas como si quisiera esconder su altura, tratando inseguramente de robar el cento que no cree merecer. En el otro costado vemos a la otra mujer, parece aferrarse a la mujer de negro, pero mira la foto, y casi fuera del cuadro tenemos a otro hombre seguro de su lugar en el mundo, aunque este lugar no es el centro de la foto. El fotógrafo, es claro por la falta de simetría en la foto, no sabe lo que está haciendo. Corta al hombre del hombre del costado que o está tratando de no perder su sombrero o nos saluda, y corta el gorro del hombre alto. La foto no está centrada en el hombre de pantalones blancos que quiere ser el centro, y el fondo se nos pierde con la razón de esta foto. Quizás es esto lo que hace esta foto tan fantástica, que todos parecen estar preparándose para la foto, pero la foto se sacó en ese minuto antes, ese minuto que siempre nos perdemos, ese minuto en el que todavía no estábamos posando para la foto. Se me da que ese minuto guarda un secreto que se me escapa.
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